El turismo slow o turismo lento es una forma de viajar que se enfoca en la conexión con la gente local, la comida, las culturas y la música. Esto quiere decir que, básicamente, quien viaja de esta forma busca educarse y sentir las emociones típicas que generan los viajes y descubrimientos de nuevos lugares, pero sin dejar de ser sostenible para las comunidades y el medio ambiente al que llega.
El turismo slow es una nueva tendencia entre los viajeros que podría aprovechar tu alojamiento. Mucho más a partir del Covid-19, la tendencia cobró auge porque los viajeros buscan conectarse más con los lugares que visitan.
Así que si quieres que tu alojamiento pueda ofrecerles a los huéspedes conexiones, sensaciones y actividades que hagan parte de la tendencia turística del momento, continúa leyendo porque hemos preparado una información muy útil para que la pongas en práctica cuanto antes.
Indice de Contenidos
¿Qué hacen los viajeros adeptos al turismo slow?
Un viajero que ya hace parte de la tendencia del turismo slow no se va a dejar deslumbrar, por ejemplo, por una gran cantidad de lujos y excesos, sino por propuestas que se basan en experiencias útiles con una gran variedad de momentos significativos.
Así pues, estos viajeros ya no desean tener una agenda llena de recorridos por los lugares turísticos clásicos que siempre están repletos de gente. Por el contrario, buscan viajar a su propio ritmo y experimentar la cultura local, conectándose con las personas, probando nuevos alimentos y tomando decisiones más conscientes para evitar así impactar negativamente al medio ambiente.
¿Quieres adaptarte? Acá te damos algunos consejos para que conquistes los corazones de este tipo de viajeros
No importa si tienes un alojamiento urbano o uno rural, acá te damos unos consejos que puedes adaptar con el fin de mejorar la experiencia de los huéspedes que practican el turismo slow.
Alimentación y bebidas
Ya es bastante común que los alojamientos cuenten con una alimentación en la cual la cultura local sea la protagonista al ofrecer platos regionales, que, además, están elaborados con productos locales y de temporada. Esta es sin duda una tendencia muy importante de la que se conoce en el sector turístico como “volver a las raíces”.
La premisa es que lo natural es lo mejor, y que las prácticas culinarias locales son fundamentales para que los viajeros puedan generar esas emociones y aprender sobre las culturas de la región.
Bienestar es lo que debes ofrecer
A medida que la vida se vuelve cada vez más dependiente de la tecnología, es preciso poder ofrecer prácticas que puedan desconectar a las personas de esa realidad. Sesiones de spa y terapias con alimentos locales y rituales antiguos son sin duda alguna una excelente opción.
Experiencias y actividades inspiradoras
El turismo slow debe ofrecerles a las personas viajes transformadores que los lleven a desconectarse de los afanes de la vida cotidiana. Por esta razón, debes darles la posibilidad de que aprendan nuevas habilidades y generar experiencias en las cuales los huéspedes se relacionen con las comunidades locales para expandir sus conocimientos y comprensión de otras culturas.
Destinaciones remotas
También conocidos como viajes fuera de la red, puedes ofrecer este tipo de estadía si tu alojamiento se encuentra en un destino que está bastante alejado de la ciudad.
Sin embargo, la localización del alojamiento no quiere decir falta de comodidades que los viajeros aprecian mucho: por ejemplo, gracias a la energía solar no quiere decir que un alojamiento no pueda tener electricidad o agua caliente.
Transporte alternativo
La sostenibilidad es fundamental en este tipo de turismo. Debes ofrecer diferentes facilidades para utilizar medios de transporte como bicicletas, recorridos en tren o coches eléctricos para que los turistas puedan conocer la localidad en la que se encuentra tu alojamiento.
Si tu espíritu pasa por el Turismo Slow o por un turismo más consciente y responsable apúntate a nuestro Manifiesto de Negocios Responsables. Cada día somos más y vemos más claro que el camino pasa por bajar las revoluciones, cuidar nuestro entorno y disfrutar de un turismo en armonía con el planeta.